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Un hogar no es una casa grande con gente dentro
- Admin
- 26 oct
- 2 Min. de lectura
Esta frase la suelo decir bastante en consulta. Es verdad que la he utilizado más con personas bastantes jóvenes, que tienen en su imaginario de futuro la idea de crear una familia como las que salen en las películas americanas: donde todos son guapos y flacos, tienen un “casoplón”, un perro tierno, varios niños listos y coches en un garaje con un montón de herramientas.
Y el jardín. También está el jardín y el “porche” para relajarse y tomar una copa de vino después de un día cansado.
Conseguir todo esto aquí, y hoy, no es sencillo. Hay que heredar y/o trabajar mucho para poder comprar una vivienda, un coche “mono” y tener tiempo (buscarlo/apartarlo) para entrenar un cuerpo “10” (que poco hablamos de una mente 10, pero bueno, ese es otro tema…).
No creo que un hogar sea eso. Algunos criterios, como la vivienda, son necesarios pero no suficientes
A lo que quiero llegar es que esa lista de cosas es difícil de conseguir y/o mantener. Pero no creo que un hogar sea eso. Algunos criterios, como la vivienda, son necesarios pero no suficientes.
Un hogar es un espacio simbólico de pertenencia, identidad y refugio donde se establecen lazos emocionales y se experimenta la seguridad
Para que esos lazos se establezcan existe una serie de requisitos que son necesarios:
Atención: cuando siento que soy importante para el otro. Y eso se nota porque se centra en mí y en lo que digo.
Cariño: cuando puedo expresar mi unión por medio de palabras, gestos, actos de servicio…
Aprecio: cuando se reconoce cuanto he aportado a ese hogar siendo “yo”.
Aceptación: cuando me dejan espacio para crecer y expandirme hacia mis intereses.
Disponibilidad: cuando siento que, si lo necesito, los miembros de mi hogar estarán ahí.
Conexión: cuando tengo la sensación de que nadie se va a marchar.
Las relaciones personales importantes son una responsabilidad, porque lo ideal es que aportemos a las personas que queremos y apreciamos estos “requisitos”, aunque estemos cansados o estresados.
Pero ¡ojo! ninguna familia es perfecta, que no quiero yo generar más presión de la que ya cargamos
Pero sí me gustaría que fuéramos más conscientes de que, al margen de todo lo material que los niños y adolescentes quieren o desean, lo que más necesitan son estos ingredientes “abstractos”, que les hagan crecer sabiendo que son valiosos y que el mundo, a pesar de todo lo que pasa, es un buen lugar para vivir.
