Incendio en El Hierro: ¿Cómo investigan los expertos si ha sido intencionado?
- Elisa González
- hace 2 días
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El ingeniero de montes, Jesús Barranco, explica los mecanismos de investigación y por qué, en muchos casos, no es posible llegar a una conclusión definitiva.


Tras los dos recientes conatos de incendio registrados este sábado 23 de agosto en la masa forestal de El Hierro, y después de que las autoridades confirmaran que uno de ellos se originó por el “paveseo” del foco principal, crece ahora la duda y la preocupación entre los vecinos: ¿Fue intencionado?
El ingeniero de montes Jesús Barranco, con experiencia en incendios forestales y gestión de emergencias en El Hierro en los últimos 20 años, aclara que “investigar las causas de un incendio forestal forma parte del protocolo habitual cada vez que ocurre un fuego, aunque no siempre se logra determinar el origen exacto”.
Las brigadas de investigación de incendios forestales, coordinadas por el Cabildo (en el caso de El Hierro) y formadas por uno o varios agentes medioambientales especializados con formación en la materia, son las encargadas de analizar cada suceso. Cuando existe la sospecha de un delito, también intervienen la Guardia Civil y el SEPRONA, aportando personal cualificado para la investigación.
¿Cómo se investiga un incendio forestal?
Ademas de los testimonios directos y alertas recibidas, se emplea un método de investigación llamado “método de las evidencias físicas” que consiste en reconstruir hacia atrás el avance de las llamas hasta localizar el punto exacto donde comenzó el fuego. “Es algo parecido a lo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en el escenario de un crimen. Se acota el espacio, se estudian troncos, piedras, ramas y otros elementos para establecer la dirección en la que avanzó el fuego”, explica Barranco.
Una vez identificado el punto de inicio, las evidencias se tratan como pruebas, asegurando su fiabilidad y custodia. Se analizan restos de combustible, material incendiario, cables eléctricos, maquinaria o incluso botellas que hayan podido provocar un efecto lupa. Sin embargo, esta tarea no siempre es sencilla ya que la zona puede haberse visto alterada durante las labores de extinción.
La investigación también se apoya, cuando es posible, en drones, cámaras térmicas, imágenes satelitales, análisis de laboratorio y cámaras de vigilancia. Aun así, los plazos para conocer la causa pueden ser muy variables: “Puede saberse en días… o nunca”, admite Barranco.
“Cuando juntas las evidencias con el resto de información, como testimonios o alertas previas, se suele conseguir un resultado más o menos fiable. Sin embargo, hay islas con un alto porcentaje de incendios catalogados como “origen desconocido”, al no poder alcanzar una conclusión definitiva”, lamenta.
Incendio natural, provocado o intencionado
Determinar si un incendio fue natural, accidental o intencionado es uno de los grandes retos. Los incendios naturales existen, pero son muy poco frecuentes, como los causados por los rayos, por ejemplo. La mayoría se deben a la acción humana pero no todos responden a la misma motivación. “Es importante diferenciar entre los incendios provocados y los intencionados. Un incendio provocado no es necesariamente intencionado: puede ser consecuencia de una negligencia, de un accidente. Si hay voluntad de que se produzca, entonces hablamos de incendio intencionado”, precisa Barranco.
Además, advierte sobre un error muy común: “Pirómano no es sinónimo de incendiario y se confunden a menudo. Un pirómano padece un trastorno diagnosticado, un incendiario actúa por interés o motivos puntuales”.
¿Es fácil dar con el culpable?
Según datos del Ministerio del Interior, desde el 1 de junio y hasta el 16 de agosto, la Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a un total de 31 personas y se ha investigado a 92 como presuntas autoras de los incendios forestales en España.
Para Barranco, dar con la prueba del delito es muy complicado. Esa parte es muy compleja ya que sin testigos o restos incriminatorios es difícil. “Incluso en muchos de los incendios que se identifican como intencionados no se encuentra a ningún sospechoso. Sin testigos o restos incriminatorios es difícil, y, a veces, aun teniendo sospechosos, tampoco logras probar su implicación. Cada caso es un mundo”.
El caso de El Hierro
Sobre el hecho de que el conato principal del incendio de este sábado se produjera cerca de la zona donde se originó el gran incendio de 2006, Barranco es prudente: “No tiene por qué estar relacionado. Es una zona con actividad humana y será la investigación la que determine si hay algún vínculo”.